¿Qué es la Verdad?

La verdad es como un diamante de muchas caras.

Aquí verá dos definiciones de la Verdad que le servirán de guías seguras en su camino hacia la Sabiduría, la paz interior y su crecimiento personal.

Contenido

  • Definición de la verdad según la ciencia.
  • La verdad según las religiones.
  • El enfoque Místico de la Verdad.

1- Definición de la verdad según la ciencia

El concepto más aceptado de la verdad es que esta es la perfecta concordancia entre la idea intelectual de un sujeto y un objeto material o «la coincidencia entre una afirmación y los hechos, o la realidad a la que dicha afirmación se refiere», según se lee en el diccionario Merriam-Webster.

Sin embargo, para los científicos ultrarracionalistas la verdad es solo aquello que es posible comprobar por medio de la experimentación y que sea posible verificar por medio de los cinco sentidos objetivos del hombre o por medio de tecnologías que hayan mostrado ser confiables y seguras en sus resultados.

Afortunadamente este enfoque científico tan rigorista ha perdido influencia en los últimos años en el ámbito de las ciencias, lo cual ha facilitado en gran manera el desarrollo de la psicología, porque hasta ahora ningún científico ha logrado determinar cuanto pesa o cuanto mide la mente humana, ni mucho menos los mecanismos internos de su funcionamiento.
Y como el ámbito de estudio de la ciencia se circunscribe únicamente al mundo material, todos aquellos fenómenos o hechos que estén por fuera de su área de estudio “no son científicos”, expresión que en los últimos tiempos se ha venido usando para negar o ridiculizar los hechos o fenómenos con los cuales los científicos no están de acuerdo, aunque estos sean verdades más que evidentes, como ocurre con los aspectos espirituales que inciden tan poderosamente en la vida del hombre.

2- La verdad según las religiones

Para la generalidad de las religiones solo existe una única verdad y es la que está plasmada en sus dogmas, creencias o en sus libros sagrados o, en otros casos, en las afirmaciones de sus líderes que las han fundado, como ocurre con tantas nuevas congregaciones religiosas que continuamente están surgiendo en muchos países y cuyos líderes fundadores se presentan como enviados divinos para salvar a la humanidad de las garras del pecado.
Y estas verdades no necesitan ser demostradas, analizadas o comprobadas en forma alguna, porque al adepto de una religión no se le permite cuestionar ningún dogma porque solo tiene dos opciones: creer ciegamente en sus enseñanzas o retirarse de dicha religión “por falta de fe”.

Lamentablemente esta fe ciega e irracional ha conducido a millones de personas en todo el mundo a convertirse en fanáticos religiosos, intolerantes en extremo, quienes no han dudado en atacar, herir o asesinar a miles de hombres, mujeres y niños en horrorosas guerras, violando abiertamente uno de sus mandamientos de su propia religión que les prohíbe matar, cosa que a estos fanáticos les tiene sin cuidado con el fin de “exterminar a los infieles”, refiriéndose con esta expresión al resto de la humanidad que profesa creencias religiosas diferentes a las suyas.

3- El enfoque Místico de la Verdad

Al estudiante de misticismo lo podemos definir como un buscador de la Luz Mayor y que jamás acepta verdades reveladas, aunque estas vengan de las máximas autoridades religiosas, científicas, políticas o filosóficas que haya producido la humanidad.
Por lo tanto, para el místico no existen las famosas “vacas sagradas”, o sea aquellas personas que gozan de tanta preeminencia o prestigio mundial por haber ganado dos o tres veces el Premio Nobel, o por ser el máximo jerarca de alguna religión que tiene miles de millones de adeptos en todo el mundo, etc., porque él siempre someterá a su sano juicio, análisis y raciocinio cualquier nueva idea o enseñanza que le quieran ofrecer. Y él solo aceptará este nuevo conocimiento cuando por sus propios medios y su experiencia personal haya podido comprobar que dicho conocimiento es verdadero.

Lo anterior implica que un estudiante de misticismo jamás será un fanático religioso, político o de cualquier otra clase, porque él sabe que el fanatismo ciega la razón e impide conocer la Verdad. Por eso este estudiante que busca siempre la Sabiduría Infinita tiene un símbolo que lo identifica plenamente, el cual es el signo de interrogación por lo cual, muy apropiadamente, podemos decir que un estudiante de misticismo es un signo de interrogación andante, como se ve en la siguiente gráfica:

Y por esta misma razón el místico busca la Verdad en donde sabe que siempre la va a encontrar: en lo más profundo de su propio Ser y valiéndose también de tres formidables herramientas que él sabe utilizar muy bien: la Razón, la Lógica y el Sentido Común.

La búsqueda de la Verdad dentro de su propio Ser él la realiza por medio de la meditación, desarrollando al máximo su intuición o por otros medios de contacto interno con los altos planos espirituales, según sea su grado de desarrollo personal y, en lo relacionado con el plano material, la razón, la lógica y el sentido común le permiten llegar a una primera conclusión acerca de si un hecho o un nuevo conocimiento pueden ser verdaderos o falsos. Y luego de este primer filtro viene la prueba reina: la experimentación por sus propios medios para corroborar o rechazar la validez del nuevo conocimiento que haya analizado.

Por otra parte, como el místico no es un fanático él sabe que por muy segura que sea su fuente de conocimiento su Verdad no es de ninguna manera una Verdad absoluta y que nadie puede decir que es el dueño absoluto de la Verdad porque tal cosa es imposible. Y su comprensión sobre este hecho se debe a la forma como concibe la Verdad que es, aproximadamente, la siguiente:

Imaginemos que estamos viendo la imagen de un gran diamante tallado y con muchas caras o hermosas facetas, algunas de las cuales estamos contemplando por alguno de sus lados mientras que otra persona se halla en el lado opuesto a nosotros contemplando igualmente otras facetas del mismo diamante, de tal modo que esa persona no puede ver las caras del diamante que nosotros estamos contemplando, mientras que nosotros tampoco podríamos ver las que esa persona está viendo. Y si dicho observador nos dijera que está viendo una faceta del diamante que es imperfecta porque tiene una pequeña fisura, mientras que las caras que nosotros estamos contemplando son perfectas, si fuéramos personas fanáticas y creyéramos que es imposible que dicho diamante sea imperfecto porque nosotros no podemos observar ninguna anomalía, con seguridad le diríamos que esta equivocado y que la Verdad es lo que decimos nosotros.

Ahora vayamos un paso más allá. Imaginemos que pudiera existir un diamante de tamaño infinito, con igualmente infinito número de facetas de diferentes tamaños, formas y colores y que nosotros, por ser seres finitos y de tamaño menos que microscópico solo pudiéramos contemplar unas cuantas de sus caras, mientras que miles o millones de otras personas situadas en otros puntos alrededor de este diamante solo pudieran contemplar igualmente otras pocas facetas del mismo, las cuales obviamente serían diferentes a las que nosotros pudiéramos ver, entonces estaríamos de acuerdo al decir que todos los observadores estamos contemplando facetas diferentes de este gran diamante.
Y si consideramos que este diamante de tamaño infinito es la Verdad, entonces tendríamos que aceptar que cada uno de nosotros estaríamos contemplando apenas una ínfima parte de ella y, por lo tanto, no tendríamos absolutamente ningún derecho a decir que todas las demás personas están equivocadas por el hecho de estar viendo diferentes facetas de la misma que nosotros no podemos ver. Algo semejante es lo que ocurre en el plano material, en la vida del hombre, cuando un grupo de personas tienen opiniones distintas sobre un mismo tema de discusión, simplemente porque cada una de ellas lo está contemplando desde un punto de vista diferente a los demás.

Esta analogía nos permite entonces dar algunas definiciones de la Verdad desde el punto de vista del misticismo, y son las siguientes:

. La Verdad es la Sabiduría Infinita del Divino principio Creador.

. La Verdad es la Luz Espiritual que ilumina el corazón del hombre.

Estas definiciones nos permiten comprender la gran profundidad de una de las enseñanzas del Gran Maestro Jesús cuando dijo:

“El Reino de Dios está dentro de vosotros” (Lucas 17, 20-25)

Hasta pronto, amigos.

Muchas Bendiciones para todos.

Carrito de compra
Scroll al inicio
¿Podemos ayudarle?